sábado, 12 de enero de 2008

Merece la pena

Merece la pena cada segundo, cada vida, cada experiencia... sobretodo si son disfrutándote.

Vibro si no te toco, contención. Estiro los dedos... expansión. Te beso... ya no quepo, me salgo y no quiero volver, ...vuelo...

La Hija del Jefe guarda en su interior las claves de la nueva existencia, pero no las sabe descifrar. Para ello recurre a la Bruja Blanca. Ella a cambio se entregará a sus curvas y girará la llave de su placer, haciéndolo infinito. Se deben una noche de estrellas desde hace milenios. ¿Y por qué no?

El presente reclama su prioridad y me trae de vuelta a Tierra con algún que otro sonido excitante, mientras intento sujetar mi energía dentro de sus límites, para no mezclarme demasiado, no vaya a ser que me deje arrebatar mi identidad.
¿Cómo negarte algo con esa carita?

Enciendo las velas y apago la luz del Sol, para verte mejor. Espera! Esto lo he vivido... o lo viviré, o lo estoy viviendo ahora mismo en cualquier otra parte. Qué más da, me haría la loca (jaja), renunciaría a aprender la lección para que te me repitieses una y otra vez.

Bien.Hemos abierto La Puerta de nuevo, hemos cruzado el umbral, estaba taaan cerca que no lo ví venir, aunque siempre supe que me tumbaba sobre él.
Todavía los efectos no se me han pasado y avanzo tanteando las paredes en la nueva dimensión.
Las profecías se sienten por fin completas al saberse cumplidas, pero ahora me toca seguir redactando contratos, pase lo que pase, ¡no te distraigas!
...para no perderte.

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