jueves, 31 de enero de 2008

SOBRE EL AMOR

¿Una reacción química que libera endorfinas, una decisión consciente o una necesidad creada por la soledad…? Honestamente, cuando oigo algo así me pongo enfermo (uuy, ya me lo noto), así que no hablaré de eso. Mejor empecemos con una pregunta:
¿Has llegado a cuestionarte qué es el Amor? … y más importante… ¿te has contestado? Hazlo ahora y reflexiona por unos instantes (en serio, piénsalo antes de continuar…): “¿Qué es el Amor para mí?” …
Si has profundizado habrás obtenido una gema y me alegro por ti, guárdala. Hazte esta pregunta en diferentes momentos de tu vida y verás como la respuesta nunca será la misma. Verás como el Amor es muy subjetivo, depende mucho de ti. Como cambia a medida que tú cambias. Aparentemente no es algo constante, igual para todos, pero esto es porque no todos somos iguales (aunque sí en esencia). Es obvio que la manera de de/mostrar el Amor puede variar considerablemente de unas personas a otras. Según cambia tu consciencia y evoluciona tu alma, se transforma tu capacidad de amar. Para alguien no espiritual y con energías dominantes en los chakras inferiores, el Amor tiene connotaciones de: miedo, inseguridad, posesividad, celos, odio, y la unión física se satisface a través de un acto sexual de arrebato instintivo. Puede ocurrir que el individuo entre en una espiral de decadencia y que estos sentimientos se degraden aún más (estos casos ya los vemos en el telediario).
PERO UNA VERDAD ABSOLUTA Y CONSTANTE, ES QUE EL UNIVERSO PROGRESA HACIA EL AMOR. Y así, a medida que escalas los peldaños de la auto-realización, los chakras centrales y superiores se equilibran y se abren completamente como portales de energía que son y empezamos a sentir nuevas energías provenientes de nuestros cuerpos energéticos, y del alma. El Amor adquiere un nuevo significado, nuevas dimensiones y los sentimientos negativos antes mencionados se disipan. El Amor aplaca todas las ansias. Nuevos sentimientos empiezan a brotar a medida que se forja un ser más espiritual y más consciente: confianza, independencia, paz interior, empatía, perdón, bondad…, y la unión física culmina en un acto sacro-tántrico. Con otras palabras: la luz difumina la oscuridad. -Amar es el acto más puro que puedes realizar.
El primer Amor que solemos sentir es el materno, y el paterno; es algo innato amar a tus seres más cercanos ya que ellos han estado siempre a tu lado y te han correspondido el amor, espero. (Además, “sois de la misma sangre”, aunque eso es otro tema). El siguiente “peldaño” es sentir Amor por tus amigos, y el siguiente es sentirlo por los desdichados, los necesitados, hasta llegar a sentirlo por todos los demás. A medida que el Amor crece y se extiende por todo tu Ser, ya no importa el “quien”, y sentirás Amor por los animales, las plantas…, el viento y el mar: por toda la creación. Al amar emanas la energía más preciosa que existe, energía divina. La regalas, sin más. Amar es entregarte y rendirte al sentimiento. El Amor no lo das, el Amor lo sientes. Y al sentirlo, elevas tanto tu energía que los demás lo notan e incitas en ellos la propia necesidad de amar, de una forma inconsciente. Reacción en cadena, Amor en expansión.
Admito, pensar sobre el Amor, lanzarme desde lo alto y volar, hasta caer en una laguna dorada de aguas cálidas… pétalos de rosa por doquier… es algo reconfortante, y compartirlo, gratificante. Pero el lado práctico… el Amor aún siendo nuestro legado, derecho y necesidad, sigue siendo algo resbaladizo e incluso consiguiéndolo suele ser algo difícil de preservar, no entiende de ataduras. El Amor, tan poderoso, a su vez es tan frágil… tan frágil porque nos podemos olvidar de él. Con todo lo feo que vemos todos los días a nuestro alrededor, podemos llegar a optar por no confiar en él. Nuestros miedos e inseguridades nos pueden llevar a cerrarnos y alejarnos los unos de los otros. No te extrañe que el Amor también esté vinculado al Ego, al igual que todo lo que hacemos lo está. Por eso a veces es tan difícil amar. Os suena…: “si él no me quiere a mí, pues yo a él tampoco”, y “no necesito su amor!”... ¿Pero, aún existe una actitud así?...Desafortunadamente… A veces tus sentimientos de Amor chocan con el Ego de alguien que no aguanta esa energía tan pura y tan alegre, que no acepta tu Amor y que no se permite a sí mismo/a sentir Amor, por cualquier razón. Atrapado/a, quizás, en una de esas espirales de orgullo u odio, tal vez incapaz de perdonar o perdonarse… Pero esto no nos debe hacer decaer, hemos de ver más allá y seguir amando a discreción. El Amor tiene poder purgatorio. Perdónale tú en su lugar, y ámale. Y sigue derrochando Amor con cada mirada, con cada sonrisa, con cada respiración. No temas, el pozo del Amor no se seca. Tu “corazón” está repleto de Amor, al borde de estallar; ES Amor. El que lo sientas o no, eso es otra cosa. Piensa en esto, es muy importante: SOLO TU MISMO/A PUEDES IMPEDIRTE AMAR – NADIE MÁS PUEDE! Solo tú puedes asfixiar tu corazón, y solo tú puedes reanimarlo. … Dice una leyenda de los americanos nativos que tienes dos lobos en tu interior: el del odio y el del Amor, y que vencerá al que alimentes más.
¿Cómo siento yo el Amor? …Una sonrisa. Una graaan sonrisa que se convierte en carcajada! Un sentimiento que todo lo hace cercano y lo embellece, y me inunda de paz, admiración y aceptación…
E intento olvidarme de mí, de mi orgullo, de mi importancia e intento no ponerme trabas en el camino hacia la felicidad: mis necesidades, mis deseos, mis enfados… Intento olvidar… todo eso. Perdonar. Como quitarme la ropa, intento quitarme todos esos lastres y recordar que así he venido al mundo: sin nada… y con todo. Y que lo único que me lleve me lo llevaré en el corazón, en el Alma. Y aún así, no necesito llevarme nada; amando lo quiero dar todo.


Añado dos líneas que me han pedido que las incluya: una de pasión, y otra, que me hace sonreír:

“Nunca se ama bastante, si no se ama demasiado” (L. Du Peschier)

“Despacito y con amor, se hacen las cosas mejor” (popular)

Uno de los vuestros

1 comentario:

Tormenta Solar dijo...

Olé. Para mí el Amor es un torrente de energía inagotable, energía creativa y sanadora. Es un regalo, un anticipo del paraíso...