domingo, 5 de octubre de 2008

Javier García Sánchez

Ella descubrió que existían los príncipes azules, pero eran de azulete. Con el tiempo desteñían.
Esto es lo que nuestro breve encuentro me hizo recordar, los príncipes de azulete. Pero, optimystica que soy, creo que lo que viví, lo que me regaló ese breve encuentro no puede ensuciarse, no puede estropearse por nada, ni siquiera por tu desaparición sin explicaciones. Sigo agradeciéndotelo.
Besos allá donde estés

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