Tengo un amor perfecto que vive a miles de kilómetros de distancia.
Entró en mi vida en una casita de muñecas, después de habernos visto tantas veces...
Cuando nos encontramos, nos mostramos, enamorados, nuestros distintos paisajes imposibles de encajar... y la sangre ayuda, y la sangre explica, y la sangre prohibe, y la sangre palpita...
Cuando nos despedimos, es con los lazos intactos y el corazón a la escucha, esperando oír las pisadas del otro sobre el mar...
Te quiero.
martes, 8 de enero de 2008
Mi chico
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