viernes, 9 de noviembre de 2007

Discernir

He visto un video (que, por supuesto, encontré por casualidad) que me ha aportado otra pieza del puzzle http://video.google.es/videoplay?docid=-498260633151667307. He aprendido un montón de cosas (cómo te eché de menos, Tormenta!). A ver, una es que insiste en la importancia de aprender a discernir, a escuchar a nuestro corazón a la hora de saber si algo nos beneficia o no. Y eso sólo nos lo puede decir nuestro propio corazón, ni siquiera el de un voluntarioso y bienintencionado amigo iluminado. La importancia de esto radica en el hecho de que cuando el salto se haga, no podremos fiarnos de nuestros ojos ni de nuestros oídos, sólo podremos contar con el corazón. Porque no sabemos lo que significa cambiar de dimensión, ni qué leyes se aplican allí. Seremos como niños en un pueblo nuevo, con un idioma nuevo. Por eso es fundamental empezar a practicar el discernimiento, empezar a preguntar a nuestro corazón y parar a escuchar la respuesta.
Un ejercicio que da Sandra Ingerman en "Soul Retrival" (y que es la forma que a mí se me ocurre de contestar a la obvia pregunta de "y cómo hago eso?") es el siguiente: Relajarse, bien relajaditos, ya sabeis, poco a poco, de los pies a la cabeza...; y sentirse por dentro, centrarte hasta sentir cómo es allá adentro. Cuando tenemos una idea de cómo es, repetimos mentalmente (o en voz alta los más osados) y con convicción: "Me gusta ..." (los puntos son para que los rellenéis con algo simple que os guste, como un color, una comida ..., cuanto más simple mejor, para que no implique sentimientos complejos, me explico?). Entonces volvéis adentro mientras repetís y veís qué tal os sentís. Después salís del trance y os dáis un para de minutos, sin pensar en ello, si os levantáis y dais un rulillo por la casa, mejor. Luego, viene la segunda parte. Relajarse otra vez, sentirse y empezar a repetir: "Odio ..." (rellenáis con lo mismo que la vez anterior) y sentís qué tal os sienta la mentira. Se supone (confieso que no lo he llevado a cabo, pero está en mi lista y después del vídeo ha escalado muchos puestos, la verdad) que si se hace varias veces, lograremos despertar esa comunicación incluso cuando no la buscamos intencionadamente. (Nota: Sí lo he hecho una vez, lo que me falta es hacerlo más veces, y sí se nota la diferencia entre la verdad y la mentira, si alguien se anima podemos comentar las sensaciones).
Por cierto, también agradecería otras formas de aprender a discernir.
Radiantes besos, dioses de carne y hueso!

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